La Pantera Rossa pinta la ciudad de su color. Nace una nueva librería y centro social en Zaragoza

El viernes 10 de diciembre de 2010 la Librería y Centro Social La Pantera Rossa abrió sus puertas. En pleno casco histórico de Zaragoza, en la calle San Vicente de Paul nº28, este espacio se abre para la resistencia, la creatividad, la cultura y el hacer colectivo.

Diversas personas y colectivos de la ciudad han confluido en este sitio, que se ofrece a las zaragozanas y zaragozanos como lugar donde encontrarnos, comprar libros, disfrutar de actividades políticas y celebrar las luchas cotidianas. La Pantera Rossa evoluciona su nomadismo de unos dos años, viajando sus libros por ferias, encuentros y eventos disidentes, para establecerse en un local que han preparado con mimo. Junto a este animal librero en la fauna política maña se enredan la Red de Apoyo a Sin Papeles, Mambrú (colectivo antimilitarista), el colectivo editor de Diagonal Aragón y el grupo de investigación y estudios metropolitanos Azofra.

Zaragoza es una ciudad peculiar, nadie lo puede negar. Y, pese a todo y con todo, caen las últimas hojas en el calendario del 2010 con un panorama alentador, dentro del contexto en el que nos movemos. Al menos, si me refieron a la amplia red de espacios alternativos y disidentes que recuerdo. Sin tratar de ser somero, puedo citar el Centro Social Okupado Kike Mur en la cárcel de Torrero, el Zentro Social Autochestionau A Enrestida, Arrebato (que está a puntico de reabrir), el Espacio Colectivo, el nuevo local de Ecologistas en Acción y COAGRET, La Ciudad de las Bicis, Treziclo, La Vía Láctea y tantos otros locales, de cooperativas y colectivos, en los que se difunde otra manera de vivir más allá de lo que nos impone el capitalismo y sus injusticias.

El viernes fue una noche de alegría. Muchas amigas compartimos el momento de la inauguración. Personas diversas, precarias y activistas, parados y africanos sin papeles, mayores y niñas, maricas y culturetas, familiares y curiosos, lesbianas e insumisos,… También participaron personas provenientes de otros proyectos y ciudades, como las buenas gentes de la Hormiga Atómica, librería política de Iruñea-Pamplona. Y es que para entender La Pantera Rossa hay que sentir las palabras que se expresaron en el acto de inauguración. La librería y centro social nace como parte de una cada vez más tupida red de espacios disidentes, como Traficantes de Sueños, Virus o Candela, entre otros, de ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga.

De ellos, sin lugar a dudas La Pantera Rossa es uno de los locales más bonitos, según pudimos comprobar el viernes. A pesar de sus muebles “estilo Ikea” (jeje). El centro social se ha preparado con mimo, desde su diseño a sus colores (entre los que predomina, como imagináis, el rosa), desde la arquitectura a los últimos detalles. Lo que hasta hace unos meses era un videoclub, se ha transformado en un lugar especial. Se compone de dos grandes espacios. A la calle da la librería, en la que encontramos sugerentes lecturas de variopintas editoriales alternativas. En ella, podemos encontrar algunos libros que difícilmente encontrarás en otras librerías. Y eso que Zaragoza, en ese sentido, se puede vanagloriar de gozar de librerías hermosas, como la Cálamo o la Antígona, El Pequeño Teatro de los Libros o Portadores de Sueños, todas ellas con una fecunda y encomiable labor cultural. También en la ciudad podemos accedera a otros colectivos de difusión y distribución de libros alternativos como Mala Raza, Distribuciones Genosas, La Revuelta, la Biblioteca Jaime Vicente o la Biblioteca Frida Kahlo, entre otras. En La Pantera Rossa podemos comprar libros de las nuevas formas de hacer política, cuentos infantiles, tebeos, libros de la narrativa más comprometida o lecturas en aragonés, entre las miles de referencias con las que empieza. También se ofrecen los trabajos audiovisuales de colectivos como Eguzki Bideoak, realizadores de documentales y películas sobre memoria histórica y luchas populares. El periódico quincenal de actualidad crítica Diagonal también ocupa un vistoso lugar en la librería, así como algunos productos alimentarios de procedencia justa y ecológica. Y su escaparate, como anunciaron en la presentación, será un espacio para el arte comprometido que cambiará cada mes.

La sala de abajo, mucho más diáfana, se destinará a las asambleas y encuentros, a actividades de debate y alegría. La habitación del subsuelo será para reuniones de los colectivos participantes y otros que se irán sumando al centro social.

Durante el jolgorio de presentación, Miguel Ángel Gil desarrolló una sugerente intervención en la que taladró diversos libros. Tal cual. Desde el Estatuto de Autonomía de Aragón a El Capital de Marx, pasando por La Colmena de Cela o un catálogo de Ikea que, tras ser pacientemente prensados e impregnados de sangre, se convirtieron en un asquerosa esencia de cultura contemporánea occidental que se repartió entre las asistentes que abarrotaban el espacio. También hubo vinos, zumos, ¡jamón!, bizcochos, palabras, canciones de Franco Deterioro, cuentos y música africana y mucha alegría compartida. Respiré buenas sensaciones.

La Librería y Centro Social La Pantera Rossa nace con espíritu colectivo, algo que se remarcó en las diversas intervenciones. Desde hoy, cualquier persona puede acercarse para curiosear, comprar libros, asociarse o enredarse en los diversos proyectos albergados.

Desde estas líneas, quiero felicitar a las gentes y colectivos de La Pantera Rossa y compartir con ellas el regocijo de la inauguración. La esperanza en un espacio que desde ya siento como propio y esperamos aprovechar con mucha actividad y futuro. A las que me leéis, os animo a pasaros por allí.

Más información en: http://www.lapanterarossa.net/

Nacho Escartín. La enredadera de Radio Topo

Colaborador de la Biblioteca Frida Kahlo